viernes, 7 de octubre de 2011

LA TERAPIA BIOENERGÉTICA Y EL LENGUAJE DEL CUERPO

LA TERAPIA BIOENERGÉTICA Y EL LENGUAJE DEL CUERPO
(RESUMEN DE LA CHARLA  REALIZADA EN EL CENTRO DE YOGA OLGA MENAL  EL 27 DE  SEPTIEMBRE DE 2011)

Vivimos en una sociedad  que  cultiva el culto al cuerpo, la imagen y el autocontrol,  en detrimento de la espontaneidad y la expresión de los sentimientos. Según Lowen, en su libro “Narcisismo”, la vida moderna, cada vez más exigente y competitiva, aliena al individuo, ya que es más importante funcionar o aparentar (para tener éxito o conseguir lo que queremos) que ser uno mismo. De modo que ejercitamos el cuerpo pero no habitamos nuestro cuerpo, desconectado de nuestro ser más auténtico, lo que empobrece nuestra vida emocional. Pensamos que tenemos un cuerpo y no que somos un cuerpo. YO SOY MI CUERPO.
Podemos descargar nuestras tensiones cotidianas con el deporte y otras actividades. Pero existen tensiones musculares que se hacen crónicas con el tiempo y  generan actitudes corporales que reflejan un patrón fijo de comportamiento arraigado en la persona. El Análisis Bioenergético  lo interpreta en términos de lenguaje corporal, en el sentido de que el cuerpo habla de nuestra historia emocional: las tensiones crónicas forman una especie de “coraza muscular del carácter” que muestra las defensas que la persona ha creado frente a situaciones traumáticas, cuyo origen solemos encontrar en la más temprana infancia. Es la forma en que el cuerpo las torna inconscientes, inhibiendo o reprimiendo el movimiento espontáneo y la expresión. Según Wilhelm Reich, dicha coraza se organiza en forma de anillos de tensión en diferentes zonas del cuerpo que bloquean el flujo energético e impiden la descarga y la liberación.
Vamos a ilustrarlo con dos ejemplos de casos con  los que me encuentro en mi trabajo como terapeuta.
1-LA ACTITUD NARCISISTA: Observamos en un buen número de personas un desplazamiento de la energía hacia la parte superior del cuerpo,  con el tórax inflado en actitud de inspiración y una gran rigidez  en el cuello y la nuca, dando la sensación de que se relacionan con el mundo desde la cabeza, ejerciendo un gran control y dominio sobre los demás. Ello se corresponde con un ego omnipotente,  la negación de los sentimientos y la falta de empatía. De hecho, están desconectados de sus sentimientos y actúan “como si”, en función de una imagen de sí mismo no auténtica, o falso self. Pero la estructura se va adelgazando  hacia abajo, mostrando  un fuerte bloqueo diafragmático, la cintura y las caderas se estrechan y las piernas, en contraste con la zona superior, aparecen débiles y poco firmes, de modo que su cuerpo parece un triángulo invertido. O sea, es fuerte mientras se mantiene arriba, pero su ego se sostiene sobre una base débil, poco arraigado sobre el suelo, sobre la realidad. Si abandona  esa posición de omnipotencia sentirá el miedo a caer y derrumbarse.  Es entonces cuando emergen los sentimientos reprimidos y las vivencias que están en el origen de su trastorno: en su infancia fueron negadas sus propias necesidades, manipulados  y seducidos para satisfacer las demandas narcisistas de los padres, se les negó el derecho a ser ellos mismos, siendo tratados como objeto. Y ellos aprendieron también a manipular y seducir,  para conseguir lo que querían de los demás. Cuando logran liberar toda la rabia y la tristeza que ello les provocó, pueden desarrollar su  parte auténtica, su verdadera identidad, como sujeto y como persona,  y recuperar el contacto empático con los demás.
2- LA ACTITUD MASOQUISTA: Se  trata de personas que se mantienen en un estado general de hipertensión y sobrecarga en todo el cuerpo, con la musculatura  fuertemente contraída, dando la sensación de estar aguantando y conteniendo dentro de sí. Pero, al contrario del caso anterior, lo que hacen es controlar sus  propios  impulsos, manteniéndose en una actitud de retención de las emociones, siendo capaces de soportar grandes presiones sin protestar. La sobrecarga es tal que cuando el impulso agresivo trata de salir hacia fuera se topa con una periferia tan dura que no permite la descarga, de modo que la agresividad retorna al interior, o sea, se vuelve contra sí mismo. Es lo que solemos identificar como masoquismo. A nivel energético, su actitud masoquista hace que se mantenga en un movimiento continuo de contracción-expansión-contracción. De ahí que domine, como expresión de su carácter, la ambivalencia (amor-odio, ternura-agresividad)), dando lugar a actitudes de  rencor, negativismo y  obstinación,  cuya única  salida es la queja. Cuando conseguimos aflojar sus resistencias, lo que aparece es el miedo a estallar, debido a la fuerte contención de sus emociones. Y, al entrar en su historia, nos encontramos con que, en la fase de autonomía y afirmación del niño, le fue negado el derecho a protestar y expresar sus sentimientos, teniendo que someterse y humillarse y “tragar” sus emociones para ser querido. La retención de las emociones coincide con la época del control de esfínteres  y la expresión del NO como afirmación frente a las exigencias parentales.  De ese momento de su infancia, aparecen contenidos en relación a una madre absorbente y sobreprotectora, que le obligaba a un control estricto de las funciones excretorias y lo atiborraba de comida, aunque estuviera saciado;  de igual modo era obligado a reprimir cualquier expresión de sus sentimientos, hasta que su rebeldía fue aplastada. El contacto en la terapia con las humillaciones vividas que le llevaron a la sumisión, da paso a la expresión de las emociones contradictorias contenidas en su coraza muscular, derivadas del amor y el odio reprimidos, y afloran los impulsos sádicos escondidos bajo el caparazón masoquista, la rebeldía y la afirmación.
Estos dos ejemplos son representativos de  los trastornos neuróticos  que se dan en una sociedad basada en la negación de los afectos y el control.
En la terapia bioenergética existen dos formas de intervención básicas en el tratamiento de las neurosis, que explico de manera sucinta:
-La intervención corporal sobre los bloqueos energéticos y  tensiones de la coraza muscular, a fin de liberar las emociones y favorecer su expresión. Se sirve para ello del trabajo sobre la respiración profunda, junto a ejercicios y posturas que facilitan la circulación energética y el movimiento espontáneo en el cuerpo.
-La intervención analítica, que permite la elaboración e integración de las experiencias vividas durante el proceso.
Este esquema es diferente cuando tratamos con personas que carecen de esta organización defensiva, con una estructura de tipo esquizoide, cuyas fallas tienen su origen en la fase de simbiosis entre el bebé y la madre.  Se trata de personas con una falta o ausencia de identidad, con un yo frágil e inmaduro, en los que domina la fragmentación (escisión entre los pensamientos, los sentimientos y el contacto con la realidad). En estos casos, la intervención no se centra en la descarga, sino en crear un vínculo afectivo maternal que permita la reparación simbólica de dichas fallas:
-Marcando y delimitando la frontera y los límites del espacio corporal, ofreciendo un contacto cálido, capaz de dar sostén, acoger, mecer, tocar, calmar…
-Conteniendo y organizando sus impulsos.
De este modo, puedo desarrollar la sensación de unidad  en su cuerpo. Por ejemplo, integrando los movimientos de la cabeza con los del resto del cuerpo. Y, puesto que estoy frente a conflictos existenciales profundos, de carácter regresivo, lo que cuenta, es mi presencia, que es lo que le otorga su derecho a existir, a ser para otro y para si.

Para acabar, señalar que lo esencial en el proceso terapéutico es el vínculo afectivo y  la relación empática con la persona, la interacción corporal, que permite la transferencia sobre el terapeuta de las emociones  reprimidas y las vivencias traumáticas, para encontrarse consigo mismo, liberarse del lastre de su historia, y vivir en su cuerpo.

JUAN PORTEROS GIL
Psicólogo. Analista Bioenergético reconocido por el International Institute for Bioenergetic Analysisis y la Associació Catalana en l’Anàlisi Bioenergètica. Integrador Postural formado con Jack Painter en el Institute of Postural Integration.

PARA CONTACTAR: Tel. 686404736
                                                          juanbioenergetica@hotmail.com

1 comentario:

  1. Wynn Resorts, Limited - Las Vegas, NV - JM Hub
    JW Marriott Grand Las Vegas - Wynn Tower Suites, Las Vegas, NV; Wynn 경산 출장샵 Tower 과천 출장마사지 Suite Salon, Las Vegas, NV; Wynn Tower King Bed, 상주 출장안마 Las Vegas, NV; Wynn Panoramic View 논산 출장마사지 Two 안동 출장안마 Doubles

    ResponderEliminar